Discurso del Acto de Grado



¡Muy Buenas Tardes!
Respetables Autoridades de la Universidad Alejandro de Humboldt: Rector Sociólogo Francisco Espert Soro, Vice-Rectora Académica Licenciada Carmen Leal Perdomo, Secretaria General Licenciada Walkyria González García, Decanos, Directores, Padrinos, Profesores, Compañeros, Invitados Especiales, Queridos Familiares, Amigos, Señoras y Señores.
Es para mí un honor tener la oportunidad de estar aquí para dirigirles unas palabras.

Antes que nada quiero agradecer a todos aquellos que han hecho posible nuestra presencia aquí el día de hoy, y digo “nuestra presencia” en nombre de todos los graduandos que acabamos de recibir nuestro título. Gracias a quienes nos motivaron, sirvieron de inspiración y nos apoyaron a lo largo de este camino. Gracias por el amor, la paciencia, la crítica, el valor, y todas las formas por las cuales nos impulsaron a seguir hasta el final. El más profundo y sincero agradecimiento a todos.

Ahora me gustaría compartir con Uds. un mensaje que considero oportuno para esta ocasión, en que cerramos este ciclo académico luego de dedicar tanto tiempo y esfuerzo para convertirnos en profesionales licenciados. A mis compañeros quiero invitar a reflexionar acerca de lo que significa este título que da testimonio de nuestra dedicación y perseverancia para alcanzar el objetivo por el cual nos inscribimos en esta institución hace algunos años atrás, que era alcanzar un grado académico en un día como hoy. Sea la motivación que fuere, acá estamos y logramos el objetivo. Y eso es bueno, porque nos demuestra que podemos lograr lo que nos propongamos si nos esmeramos en ello.

Bien. ¿Y ahora qué? Algunos probablemente pensarán en seguir estudiando para acumular más conocimientos, o querrán trabajar preferiblemente en el área para la cual se han capacitado, o tal vez compartir los conocimientos y experiencias adquiridas con otras personas que empiezan a recorrer ahora el camino que acabamos de transitar, y quizás otros sencillamente continuarán con su vida con la satisfacción de haber llegado a la meta. Sin embargo, en cualquiera de los casos, considero importante que siempre actuemos movidos por el deseo de dar con generosidad lo mejor de nosotros. Pensemos en qué podemos dar? A menudo nos quejamos de lo que hacen o dejan de hacer los demás, pero ¿qué podemos hacer nosotros? ¿Qué tenemos para dar y mejorar nuestro entorno? ¿Cuál es nuestra misión acá? ¿Cómo utilizo lo que tengo y lo que soy para mejorar la sociedad, el país y el mundo, si se quiere? Y éstas en realidad son preguntas para todos, porque todos somos parte de algo y tenemos tanto derechos como deberes, y somos co-responsables de la situación que nos rodea, por acción u omisión.

Creo profundamente que todos hemos llegado acá por alguna razón, y además creo que esta razón tiene algo que ver con “intentar dejar al mundo mejor de lo que estaba antes de que llegáramos a él”, como decía Baden Powell. Considero que dar lo mejor de nosotros debe ser una premisa en nuestras vidas, porque implica no sólo retribuir de manera personal lo que hemos recibido a lo largo de nuestro desarrollo como seres humanos, sino también servir de ejemplo a otros para que actúen de la misma manera y todos juntos construir una sociedad libre de la mediocridad y el conformismo. Cuando hacemos las cosas lo mejor que podemos nos queda además una sensación gratificante de paz, porque hemos aportado lo más que podíamos para alcanzar nuestro objetivo, y eso de por sí ya es parte del logro. Y amigos míos, lo que sea que hagamos, procuremos ser los mejores en ello, y así triunfaremos en la vida, destacaremos del montón, marcaremos pautas, seremos los que señalan el camino, los que querrán ser imitados y seguidos por los demás. Pero atención, que no es la vanidad la que debe movernos, sino servir, por la responsabilidad que tenemos en la tarea de construir una sociedad mejor para nosotros y los que vienen después de nosotros, y motivar a otros a seguir este propósito por el bien común. Porque ahora más que nunca valoramos existir en una sociedad justa, libre, amable, tolerante, donde podamos seguir evolucionando, creciendo como personas y como sociedad, avanzando hacia un futuro cada vez más exigente y competitivo, pero que también debemos hacer más humano.

Estamos en días difíciles, pero nosotros tenemos el poder para mejorar esto. Nos hemos preparado para poner nuestro granito de arena siguiendo nuestra vocación. Entonces, no desperdiciemos el tiempo y las oportunidades que tengamos para actuar.

Ahora, quiero compartir con ustedes un par de frases que sintetizan el mensaje que quiero dejar hoy:
La primera es de Fray Diego de Estella y dice: “Querer saber solamente por saber, es curiosidad; querer saber por ser conocido, es vanidad; querer saber por adquirir honras y riquezas, es torpe ganancia; querer saber por mejor servir a Dios y edificar al prójimo, es virtud.”
Y para finalizar, una frase de Abraham Lincoln, y cito: “Recuerda siempre que tu propia resolución de triunfar es más importante que cualquier otra.”

¡Señoras y señores, felicitaciones y éxitos a todos!
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Nov 4, 2010

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