Esta obra surge como una propuesta para
complementar la decoración del área del comedor de una residencia en Punta Cana
con un mural inspirado en elementos evocadores de la naturaleza tales como
aves, vegetación, etc.
El espacio a pintar estaba situado sobre una mesa de madera dispuesta entre dos muebles de almacenaje en madera y cristal. Las medidas aproximadas: 150 cm de ancho por 200 cm de altura (contados desde el borde superior de la mesa hasta el techo).
El espacio a pintar estaba situado sobre una mesa de madera dispuesta entre dos muebles de almacenaje en madera y cristal. Las medidas aproximadas: 150 cm de ancho por 200 cm de altura (contados desde el borde superior de la mesa hasta el techo).
El área destinada al comedor en un hogar es un
espacio muy importante donde se reúne la familia no solo a satisfacer la
necesidad básica de la alimentación, sino también a disfrutar un momento íntimo
de conexión y comunicación entre sus miembros y eventuales invitados.
Por ello, la propuesta para el mural se basó en el concepto de la reunión armoniosa y alegre como escenario donde compartir alimentos y emociones, representada por coloridos colibríes disfrutando de “un banquete” de flores “Ave del Paraíso” como si se encontraran en un jardín entre el mobiliario.
Por ello, la propuesta para el mural se basó en el concepto de la reunión armoniosa y alegre como escenario donde compartir alimentos y emociones, representada por coloridos colibríes disfrutando de “un banquete” de flores “Ave del Paraíso” como si se encontraran en un jardín entre el mobiliario.
Se pintaron 27 colibríes, 19 flores (17 abiertas,
2 cerradas) y más de 50 hojas.
El proyecto requirió de 115 horas de trabajo, de las cuales 90 fueron dedicadas a la pintura en sí a lo largo de 12 días.
Se utilizaron pinturas acrílicas, pinceles suaves y barniz mate como protección.
El proyecto requirió de 115 horas de trabajo, de las cuales 90 fueron dedicadas a la pintura en sí a lo largo de 12 días.
Se utilizaron pinturas acrílicas, pinceles suaves y barniz mate como protección.
El boceto se compuso digitalmente y luego se
transfirió a la pared con lápiz.
Las aves se pintaron con una combinación de
trazos largos (picos, colas y alas) y puntillismo (plumaje de los cuerpos), y
las plantas se trabajaron primero aplicando fondos de color (de 1 a 3 capas de
amarillo para las flores, verde oliva para los tallos y verde manzana para las
hojas) que luego se fueron matizando con otros colores para lograr los
gradientes y volúmenes.
A continuación, algunos detalles, dos
animaciones donde se puede observar el proceso y una foto de cómo quedó al
final.
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