El retrato de Diana es un dibujo realizado con
bolígrafo de tinta negra sobre una cartulina Bristol tamaño carta (21 x 28 cm), que tomó para su realización alrededor de 15,5 horas distribuidas en 3 días.
El objetivo de este proyecto era representar a la niña a través de los rasgos más representativos -sin mayores detalles- y experimentar con los trazos en tinta de bolígrafo para reproducir la forma, textura y volumen de los rizos.
Para establecer las proporciones generales, se
hizo el boceto con lápiz -como siempre- y el proceso a tinta inició con los ojos
y la nariz.
Luego, siguió la boca. De los principales
rasgos, se hizo más énfasis en los detalles de los ojos para que la mirada
tuviera especial impacto.
El cabello fue lo que llevó más tiempo,
trabajándose rizo por rizo primero del lado izquierdo y luego el derecho,
seguido de la parte superior de la cabeza.
Finalmente, se afinaron detalles, y se sugirió
el cuello y una camiseta.
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