Mandalas en tinta: mi primera Serie


Recientemente he comenzado a sentirme atraída por el tema de los mandalas, así que decidí investigar un poco para conocer más sobre ellos examinando en Internet varios documentos y blogs.

Según Wikipedia: "Los mandalas son representaciones simbólicas espirituales y rituales del macrocosmos y el microcosmos, utilizadas en el budismo y el hinduismo" donde su elaboración comprende un proceso de meditación y los elementos utilizados en la composición (puntos, líneas, formas, colores, etc.) corresponden a un significado específico que se plasma consciente o inconscientemente según el propósito de su creador al momento de realizarlo.

Hay personas que utilizan la realización de mandalas -sea diseñándolos completamente o solo coloreándolos- como una técnica terapéutica para mejorar aspectos internos a través de la meditación e invocación espiritual durante el proceso creativo, a menudo con la ayuda de guías para canalizar las energías adecuadamente de acuerdo al objetivo propuesto.

Además del propósito y significado de los mandalas, me fascina la construcción de estructuras a partir de la geometría -que es una de las características de mi estilo de diseño-, y cómo interactúan los elementos para producir sensaciones de volumen, movimiento, tensión... a partir de la repetición de patrones en un diseño bidimensional.

Mi Primer Mandala

Por lo anterior, decidí iniciar mi viaje al conocimiento de este arte con algunas lecturas y la realización de un boceto -que posteriormente llamé el Mandala #0- en cartulina Vivaldi azul ultramar con bolígrafos de tinta escarchada. Fue entonces cuando descubrí que este proceso es más complejo de lo que me imaginaba.

Mandala #0 (sketch) | 2017


El siguiente intento procuré desarrollarlo de manera más cuidadosa en cuanto a la técnica, pero improvisando el diseño de modo que mi impulso interior se fuera manifestando espontáneamente a medida que trazaba líneas con el compás y encontrara su propio camino.

Mandala Nº1

Así nació el Mandala Nº1 sobre una cartulina blanca a partir de numerosos trazos de mi compás para construir la grilla y un bolígrafo de tinta negra para despertar las formas geometrizadas de flores, capullos, hojas, semillas y campos, dispuestos sobre círculos concéntricos de 4, 6, 8 y hasta 24 ejes.


El proceso no resultó en esta oportunidad una experiencia de meditación ni relajación -dados los numerosos distractores que intervinieron durante la creación- por lo que no sentí que logré plenamente mi objetivo, aunque el resultado desde el punto de vista gráfico fue para mí bastante satisfactorio y me ayudaría a mejorar varios aspectos en futuros intentos.



Mandalas Nº 2 y 3

La estructura del Mandala Nº 3 surgió primero, aunque teniendo en mente la idea del Mandala Nº 2; sin embargo, me dejé llevar por la geometría y de pronto noté que no sería sencillo lograr una composición con elementos tan figurativos del mar como deseaba, así que decidí trabajarlo con flores, hojas y otros motivos de la naturaleza, pero más abstractos.

Entonces el Mandala Nº 2 nació apenas unas horas después pero lo terminé primero, ya que estaba ansiosa de ver mi idea materializada.

Por lo anterior, estos mandalas representan procesos creativos simultáneos y opuestos a la vez.

Mandala Nº2

El Mandala Nº 2 fue concebido para evocar un mundo marino con representaciones figurativas no demasiado geometrizadas, y se trabajó cada elemento desde el centro bocetándose el diseño desde el principio. Así tenemos una estrella de mar, conchas, corrientes marinas, cardúmenes, parejas de caballitos de mar, corales, perlas, olas... desde el fondo (centro) hacia la superficie (borde).



El Mandala Nº 3 se diseñó círculo tras círculo a partir de la estructura inicial, de modo que las formas estaban definidas desde el comienzo y eran los detalles los que oportunamente terminaban materializando los volúmenes. La curiosidad de este mandala es la integración de los círculos 5 y 6. 

Mandala Nº3

Debido a que la mayor parte del tiempo que le dediqué transcurrió durante la noche (incluso su estructura de base), estuve por llamarlo: Nocturno. 



Características generales de mi primera serie de Mandalas

Mi primera serie de Mandalas realizada con tinta de bolígrafo sobre cartulina blanca Bristol de 29,8 x 22,8 cm y 21 cm de diámetro, tiene además en común que son ejercicios exploratorios realizados sobre una base de 7 círculos concéntricos y elementos que enlazan un mandala con otro.

El Mandala Nº 1 es el único en tinta negra, mientras que los Mandalas Nº 2 y Nº 3 diría que son gemelos, pues nacieron juntos y del mismo bolígrafo, aunque a lo largo del proceso se utilizaron distintas tintas azules y les dediqué a ambos muchas más horas en numerosas sesiones.

La Serie 1 de los Mandalas ha sido un proceso de ensayo y error, de familiarización con el difícil arte de diseñar estas composiciones fascinantes y terapéuticas. Con ella pude seguir ejercitando el dominio del bolígrafo para representar texturas, corregir equivocaciones y, especialmente, desarrollar la paciencia y la perseverancia, ya que el Mandala Nº1 tomó alrededor de 15 horas en varias sesiones de 2 y 3 horas, el Mandala Nº2 llevó unas 30 horas y el Mandala Nº 3 otras 40.


Comentarios