BRANDING: ¿Sabías que tú haces tu Marca Personal?


La forma como nos mostramos a los demás dice mucho e influye en cómo somos percibidos a partir de los mensajes, actitudes y creencias que expresamos. Por eso es importante ser conscientes de lo que transmitimos y cómo lo hacemos.

Aunque digamos que no nos importa lo que los demás piensen de nosotros, vivimos en una sociedad en la que debemos interactuar con otras personas y los prejuicios pueden afectar el resultado de esas interacciones que no podemos evitar, aunque a veces queramos.

Entonces, ¿qué deseamos que los demás perciban de nosotros?

No se trata de mostrar algo que no somos, sino de elegir sabiamente qué mostrar y hacerlo de forma adecuada según nuestro propósito al comunicar.

Esto es importante tanto para nuestras relaciones con personas cercanas (familiares y amigos) como para cuando estamos buscando empleo -actualmente muchos responsables de reclutamiento de personal exploran las redes sociales de los candidatos a un puesto de trabajo para determinar su elegibilidad-, o si somos emprendedores y queremos ofrecer nuestros productos y servicios, por citar algunos ejemplos.

En este sentido, hoy en día se habla mucho en el ámbito profesional de la Marca Personal como el conjunto de percepciones que los demás se forman de nosotros y tiene que ver con lo que comunicamos, dónde y cómo lo hacemos. El proceso de gestión -planeación, diseño y comunicación- de nuestra Marca Personal es lo que se denomina Personal Branding.

Este es un tema que está muy vigente, especialmente cuando hablamos de cómo destacar en el mercado laboral para tener mejores oportunidades de empleo, así como también al pensar en aquello que deseamos inspirar en nuestros clientes cuando emprendemos un proyecto y queremos conectar con ellos para que nos tomen en cuenta y consideren nuestra propuesta de valor.

Entonces, es importante prever y controlar en la medida de lo posible la imagen que mostramos a los demás, teniendo en cuenta cómo esa percepción que se hagan de nosotros puede afectar nuestras relaciones y el logro de nuestros objetivos, sean estos personales, profesionales o comerciales.

A la larga, el resultado de los impactos que hemos tenido en otras personas hará que estas nos puedan asociar con determinadas cualidades -optimismo, creatividad, proactividad, empatía, confianza, rebeldía, ironía, mediocridad, resentimiento, …- que nos facilitarán conectar con unos mientras nos alejarán de otros.

¿Por qué es necesario generar una conexión? 

Porque naturalmente, nos sentimos más cómodos con aquellos con quienes tenemos puntos en común, y eso nos incentiva a construir con ellos relaciones a largo plazo basadas en la confianza. 

No es lo mismo sentarse a tomar un café con una amiga de toda la vida, con la que has compartido muchas situaciones y sentimientos; que intercambiar comentarios sobre cualquier tema con un desconocido en el bus.

Esto funciona tanto para el ámbito personal como el profesional, y desde luego también para el comercial. Si tuvieras que comprar algo o contratar a alguien para satisfacer una necesidad o resolver un problema, la recomendación de tu amiga -o de un especialista en el tema que te preocupa- será más relevante para ti que la de un desconocido o alguien en quien no confías, ¿cierto?

¿Y cuando eres tú quien puede atender esa necesidad o resolver ese problema para otras personas, cómo ganas su confianza para que tomen en cuenta tu solución por encima de las que ofrecen otros? 

La relación que tengas con ellas, basada en una serie de atributos -confiabilidad, honestidad, responsabilidad, compromiso, calidad, inspiración, originalidad, etc.- por los cuales te reconocen, puede darte la ventaja que necesitas.

Por eso es tan importante proyectar una imagen coherente con lo que deseas que los otros perciban de ti. 

Piensa en las Marcas que admiras, por ejemplo: ¿qué las hace especiales para ti?, ¿por qué te gustan?, ¿por qué comprarías lo que te ofrecen?…

Sea que proyectes tu imagen natural y espontáneamente, o como resultado de un trabajo interno orientado a identificar y destacar ese conjunto de características y capacidades que reflejan tu esencia única y original, es bueno evaluar de vez en cuando si las respuestas que obtienes de tu entorno son las que deseas y hasta qué punto influye en ese resultado la forma como te muestras. 

Obviamente, si no logras el efecto deseado –mejores relaciones que te aporten valor, el empleo que buscas o más clientes interesados en lo que puedes ofrecerles-, te convendrá revisar y corregir lo necesario para lograr tus objetivos.

Ahora que eres consciente de que todas tus interacciones dejan una huella en los demás que permite que se formen una imagen de ti y puede afectar la forma como te relacionas con ellos, puede que consideres trabajar en cómo te perciben, esto es, en tu Marca Personal.

Para ello, te sugiero...

Algunos puntos que puedes revisar para mejorar tu Imagen de Marca.

Define tu esencia:
  • ¿Qué haces tú de manera única y distintiva, y a la vez te apasiona compartir con los demás?
  • ¿Cómo te gusta aportar valor a la vida de otras personas o causas que consideras trascendentales?
  • ¿Qué quieres que piensen de ti?



Evalúa tu impacto:

  • La forma como te expresas –en lo que dices, cómo y dónde lo dices, las informaciones y apreciaciones que compartes, la manera como te muestras- y actúas usualmente, ¿es coherente con esa imagen que te gustaría que los demás percibieran de ti?
  • ¿Qué efecto esperas tener en las personas cada vez que dices o haces algo?



Toma acción:

  • ¿Qué ajustes considerarías hacer en la forma como te comunicas e interactúas para lograr tus objetivos personales, profesionales y/o comerciales?
  • ¿Qué elementos te gustaría trabajar para proyectar una mejor imagen de tu Marca Personal?




Si quieres que conversemos sobre este tema, déjame tus comentarios, me encantará leerte :-)

Recuerda siempre…


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